Valiéndose de por lo menos diez clarividentes en distintas partes del mundo Dios envió ayer una declaración que ha sembrado el desconcierto en el creciente universo de futbolistas cristianos.
«Yo les agradezco por todo lo que me mencionan esos hijos míos que juegan al fútbol, pero a mí la verdad es que ese deporte y lo que pase en él me tiene más bien sin cuidado. Entre tantas guerras, hambrunas, corrupción es muy poco lo que me queda de tiempo para estar pendiente. Si acaso a veces San Pedro me pasa un reporte cuando hay Mundial o Eurocopa, pero no más».
Con estas contundentes palabras, expresiones cada vez más recurrentes en las declaraciones de los deportistas tales como: «la gloria es para Dios», «no fui yo el que remató, sino Dios a través mío» y «esta victoria se debe a Él, no a nostros» quedarían en peligrosa tela de juicio, carentes del debido sustento. La Fifa estudia desde ya abrir una licitación para conocer así a quién se le destinará la gloria que se coseche en las canchas.
«Esto se nos volvió un problema. Ahora el sistema vive sobrecargado por peticiones de fueras de lugar, goles anulados, triples coronas, un montón de temas que nunca fueron de nuestra competencia. Es grave porque las de paz en el mundo, valor y resignación para los trabajadores independientes de Colombia, es decir, las verdaderamente importantes quedan represadas, no se les da la atención que la Misericordia obliga», complementó a través de otro vidente, San Pedro.
«Cuando tengo un ratico libre en las noches veo EWTN, pero también uno de una iglesia satánica para ver cómo va la competencia», concluyó el Creador.