Publicado el por en Bogotá, Coronavirus, Tendencias.

Adriana Saldarriaga madre de Juan Esteban y Gabriela y esposa de Joaquín, lleva más de 8 horas seguidas en el pasillo que comunica la sala de su casa con las habitaciones, en un esfuerzo sin precedentes para hacer más realista la celebración del día de la madre.

“Acá estoy en pie de lucha, esperando”, comenta Adriana, mientras cambia un poco su postura. “Nos hemos organizado en familia para poder vivir el día de la madre en las condiciones más parecidas a las normales, y como en esta pandemia no podemos hacer la larga fila de Crepes, pues acá me tienen. ¿En la casa? sí, pero bien lejos de la cocina. Lo bueno es que cuando ya no aguante más, mi esposo pedirá un domicilio, y, por primera vez, tendremos mesa y un plato relativamente caliente, y lo mejor, sin tener que oírle a nadie: “Ese plato a esta hora ya no lo manejeamos como tal”.

“Yo veo esta celebración como una muestra de amor y un motivo de unión familiar, pues todos en esta casa estamos poniendo de nuestra parte para tener un dia de la madre como cualquier otro. Mi esposo, por ejemplo, lleva horas dándole vueltas a la mesa de la sala, mientras lanza madrazos por no encontrar donde parquear, y los niños, ¡ay! los niños, han llorado y peleado todo el día. Y para hacer esta celebración más realista, la tarde me sorprenderá con las tareas que no hicieron en todo el fin de semana y que obviamente tendré que hacer y enviar por mail. Después, me pondré a limpiar la casa para que esté impecable en la nueva semana que comienza. Es que ser mamá es una bendición. Lástima no poder reunirnos con mi suegra”,lamenta, entre risas, Adriana.

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