En una arriesgada jugada, el todavía alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, volvió a destrabar el metro subterrráneo para la ciudad. Y lo hizo recurriendo a Codensa, pero no a una descapitalización de la misma, sino a su servicio de crédito fácil, contrayendo uno valorado en 4.7 Billones, gracias al cual se hizo realidad el anhelado cierre financiero de la primera línea del metro de Bogotá.
Al explicar su decisión, Petro manifestó que no dejará que los intereses privados sobrepasen la voluntad del pueblo y por ello, defendiendo el logro más esperado de la Bogotá Humana, aseguró que no dudó al recurrir a este peculiar endeudamiento por lo restante del monto necesario de $14.7 billones. Vale aclarar que $9.6 ya fueron entregados en un cheque, ahora posfechado, por el Presidente Santos.
El crédito emitido por la entidad crediticia Crédito Fácil Codensa ha sido adquirido por la Alcaldía a 60 cuotas con intereses que, a largo plazo, costaría el triple de lo que se solicitó, lo cual podría significar una bancarrota para la ciudad. «Bancarrota no existe en el diccionario de la Bogotá Humana, ese es un término que se inventaron las mafias del concreto para arruinar a los pobres, entonces no me preocupa», explicó.
Desde ya se esperan las declaraciones del Gobierno Nacional y sobre todo del Alcalde electo, Enrique Peñalosa, quien ya habría expuesto a la prensa el récord crediticio de Gustavo Petro enfatizando en las 7 veces que, cómo representante legal de la Capital, fue reportado a Datacrédito. Lo anterior sin contar la declaración extrajuicio de un tendero que asegura arrepentirse de haberle abierto cuenta «por allá en 1991 porque nunca me la pagó».
Federico Avilán, corresponsal.