Un extraño fenómeno se ha presentado esta semana en la capital colombiana al registrarse el ingreso a urgencias de varios senadores con las glándulas salivales inflamadas y graves síntomas de deshidratación.
«Estamos desconcertados» asegura el Dr. Jorge Mario Ochoa, internista del hospital San Ignacio. «Ayer a las 10:00 AM ingresó a urgencias el Senador de Cambio Radical Otilio Vargas, pálido, con las pupilas dilatadas y deshidratado por exceso de salivación» confirma el galeno.
Según Jennifer Taboada, asistente del congresista, el senador Vargas estaba bien y se encontraba trabajando en un proyecto de ley que permitiese a los senadores recibir estímulos salariales por el puntaje acumulado de Angry Birds durante las plenarias. «Cuando de pronto en la televisión sale el presidente a hablar de todo el oro encontrado en el galeón y al doctor se le dilataron las pupilas y se le empezó a hacer agua la boca. Yo le pasé unos papeles para que se limpiara la boca pero no sirvió de nada, el doctor siguió babeando hasta que se empezó a poner pálido y se desmayó» confirma la joven con voz quebradiza.
Así mismo se registró el ingreso al hospital de los congresistas Olid Angulo del Partido de la U y Matilde Quintero del Polo Democrático, ambos en estado de estupor y con la boca hecha agua. Los honorables congresistas comparten un pabellón junto al representante Gil Mosquera del Centro Democrático, que se encuentra en estado de observación tras sufrir una crisis nerviosa después de que el gobierno español expresara su deseo de reclamar el galeón para su país»
«Aunque tenemos la situación bajo control y los senadores están recibiendo galones de Pedialyte del materno infantil, estamos muy preocupados» dice el doctor Ochoa «Ya tenemos noticias de que otros concejales, ediles y representantes están sufriendo del mismo caso de deshidratación y súmele a eso los contratistas públicos, abogados que demandan al estado y curadores botando saliva después de ver lo que vale ese botín. El hospital simplemente no va a dar abasto y obviamente tenemos muy claro que de todos esos doblones muy pocos, si algo, le van a tocar al sistema de salud».